Desde las luchas feministas y populares, el trabajo de cuidados y de sostenimiento cotidiano de la vida se ha puesto continuamente en el centro como dinámica de supervivencia en las crisis, pero también como práctica del vínculo y las alianzas, como fuente de resistencia contra las dinámicas extractivistas y como lógica antagónica a la acumulación de beneficio. En el momento en que se reconoce que la explotación (y la lucha contra ella) no se realiza únicamente sobre el trabajo asalariado sino también, y ante todo, sobre la reproducción social (la propia sociedad) al igual que sobre los ecosistemas naturales y humanos, el campo de batalla se ensancha e incluye ámbitos antes invisibilizados.
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El poder de las madres. Una entrevista con Fatima Ouassak
La Laboratoria2025-02-16T22:55:10+01:00por Marta Malo y Verónica Gago. Traducción de Anouk Devillé La familia es un lugar que parece ser monopolio de la ultraderecha y la “madre” una de las figuras centrales de la disputa. Presenciamos una ofensiva enorme contra las maternidades politizadas, feministas, antirracistas, que tienen una genealogía densa, en la cual las Madres de Plaza de Mayo son una referencia clave. ¿Cómo se organiza hoy la maquinaria reaccionaria para hacer de las [...]