Los territorios domésticos, los territorios indígenas, campesinos y comunitarios y los territorios del trabajo precario, popular, migrante y callejero han quedado normalmente fuera de lo que se entiende por “trabajo”, y por lo tanto de lo sindical, subordinados e invisibilizados por el trabajo asalariado masculino blanco. Queremos insistir en la interpelación feminista “¿cuál es tu huelga?”, que ha permitido romper las fronteras entre producción y reproducción, y pensar nuevas relaciones entre sindicalismo y comunidad.
En estos años, el movimiento feminista transnacional ha tomado como bandera la lucha contra la deuda. Hemos dicho aquí y allá ¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos! ¡Nosotras contra la deuda! ¡Nos deben una vida! ¡No debemos, no pagamos!. Nos proponemos hacer un mapeo y relevamiento de las luchas contra el extractivismo financiero en distintos territorios y encontrar sus puntos de conexión, desde los procesos de urbanización en las periferias de Buenos Aires, hasta la lucha contra los desahucios en Madrid, pasando por los procesos de despojo de servicios públicos y de endeudamiento público y privado.
Lectura feminista de la deuda
Verónica Gago y Luci Cavallero. Cuando decimos ¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos!, desde el feminismo se impulsa un movimiento de politización y colectivización del problema financiero que tiene un triple vector de radicalidad: 1) le pone cuerpo y narración concreta a la abstracción financiera; 2) asocia el problema de la deuda a las violencias contra los cuerpos feminizados, ya que vincula el endeudamiento [...]